26 de agosto de 2013

ELECTRIZANTE -- PARTE TRES, ESPANHOL



          El dia aún no habia llegado, reunimos nuestras tazas de café y la gran maioria de los hombres, las latas de leche en polvo, que les sirvió de tazas y reanudamos  el viaje. Por supuesto que éramos lentos. Cuando el dia llegó, una imagen fantasmagórica nos llamó la atención, pués por haber bajado la temperatura, una nuve se apoderó de todo, los tallos de los árboles ni siquiera eran vistos, nuestro camino se perdió en una fuerte masa de neblina. 

       Cuando el sol salió, todo se limpió. seguimos nuestro camino, manteniendo una distancia adecuada del rio que corria a la derecha del camino.
Como llovió mucho ayer, cási todo el dia, algunos árboles cayeron sobre nuestro camino, obligandonos a saltar por encima de ellos o bajar la cabeza y pasarlos por abajo.

          Fué nuestro mateiro que nos llamó la atención para una tortuga que se quedó atrapada por el  grueso tronco de un árbol. No conseguia ir ni para adelante ni para atrás, de forma que, suponemos, que muy resignada, la tortuga, se quedó donde estava hasta que el tronco se pudriera, de aqui a unos diez años, quando se iria muy feliz.

          Seguimos nuestra caminada, ahí me vino a la cabeza la história de los primeros navegantes de otrora, y asi como Cristoval Colón, en las américas, y algunos años mas tarde, Pedro àlvarez Cabral, que desembarcó en las playas  del Sul de Bahia, viajaron con sus galeones al sabor de los vientos, y  sabian que, al igual que nosotros, tenian que seguir adelante, sea lo que sea, venga lo que venga. Fué entonces que los científicos de la época decian que el água de los mares caiya en un enorme precipicio, por las espaldas de un gigante que cargava el globo terrestre. Hoy, gracias a los adelantos de la ciencia sabemos que la Tierra es um planeta mas, de los nueve conocidos, que giran dando vueltas al Sol, aún quando en nuestro caso sea una órbita elíptica. Bien lo que sabemos es que en nuestra galaxia, La Via Láctea, fuemos atrapados por el Sol, que nos attrae com uma fuerza de poco mas de nueve quilos por centímetro quadrado.

        Los gritos desesperados de Toninho, el peón de la goma en el Amazonas, de donde era natural, me sacó de esos pensamientos, es que Toninho nos pedia que urgentemente nos protegiesemos. Y asi lo hicimos. En poco tiempo un fuerte olor de chancho de la floresta se apoderó del ayre. Una enorme manada de cerdos salvages, temidos por sus enormes dientes, y que comen lo que se les pasa al frente, pasó a unos quinientos metros  al frente de nosotros.. Eran bien numerosos, a punto de que si nos descubriesen, por cierto que les serviriamos de una buena cena.

             Dejamos a la derecha el campamento abierto pelos mateiros pioneros. Y cuando ya comenzamos a desanimar, es que surge, grandiosa, la sierra de los Paacás Novos.

            Nuestro camino se perdia por bajo de una ancha y larga piscina natural, saliendo cerca de los paredones inferiores de la Sierra, donde ya estaba Toninho riendo y acariciando sus ralos bigotes.

          Dividimos en dos grupos a los hombres. Una parte se quedaria para cuidar de la comida, redes y del burro.

            Moco, era um hombre chatito y fuerte, quedó encargado de poner en una bolsa de plastico,  la máquina fotográfica Pentax y los filmes analógicos de sensibilidad  200 ASA.

          Todos ya lo esperávamos en la orilla. Moco nadó, nadó con el brazo levantado llevando la bolsa de plástico, pero llegando mas o menos a la mitad de la enorme piscina comenzó a hundirse, desapareciendo bajo el água por completo.

         Cuando dos o tres hombres ya iban a echarse al água para ir en pós de Moco y sacarlo, sugió él en la orilla, de bolsa en la mano. 

        Bien, a partir de ahora comenzaremos a escalar la bella Sierra que tanto buscamos.




HUGOALBERTO CUÉLLAR URIZAR


É Cineasta, Jornalista e escritor, é diretor técnico
da Produtora Sudameris em Osasco-SP
sudamerisosasco@hotmail.com
 

Nenhum comentário:

Postar um comentário